- Hoy he visto a mi prima
- ¿y qué Suutra?
- Que está totalmente recuperada.
Mi prima cayó en la anorexia por culpa de una entrenadora de gimnasia rítmica, que las pesaba a diario, y si habían engordado las castigaba con tan solo 13 años. Ahora tiene 26 años, y todavía sigue muy delgada, pero ya no roza lo enfermizo. Come muchísimo más y poco a poco está cogiendo masa muscular.
Esto me ha hecho pensar en la cantidad de menores de edad que se sienten acomplejadas por no ser un estereotipo, y caen en estas enfermedades.
¡Porque ES UNA ENFERMEDAD!
Querida/o, eres un ser perfecto, que nada tiene que ver con lo que ves al mirar tu reflejo en el espejo.
Los trastornos alimentarios son tan comunes que 1 o 2 de cada 100 estudiantes padece uno de estos trastornos. Cada año, miles de adolescentes padecen trastornos alimenticios o problemas de peso, de alimentación o con la imagen corporal.
Un trastorno alimentario implica más que simplemente hacer dieta para perder peso o hacer ejercicio todos los días. Se trata de comportamientos alimentarios extremos: por ejemplo, dietas que nunca terminan y que, gradualmente, se vuelven más estrictas. También guarda relación con personas que no salen con amigos porque creen que es más importante salir a correr para contrarrestar el dulce que comieron más temprano.
Los trastornos alimentarios más comunes son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas como "anorexia" y "bulimia"). Pero existen otros trastornos relacionados con la alimentación que se están volviendo más comunes, como el trastorno por atracón, los trastornos relacionados con la imagen corporal o las fobias a determinados alimentos.
TRATAMIENTO
El éxito de la terapia para los trastornos de la alimentación depende de muchos factores: la propia personalidad del paciente y el deseo de cambio, la duración de su trastorno, la edad en que comenzó la enfermedad, su historial familiar, su nivel de habilidades sociales y vocacionales, la complicación con otros trastornos como la depresión y, sobre todo, depende del tipo de tratamiento.
El primer paso es ser consciente del problema, y el segundo acudir al médico a pedir ayuda.
Si es tu caso, no tienes que sentirte avergonzad@, tienes que actuar porque tu salud está en peligro.